NUNCA ES TARDE PARA SER LO QUE DEBERÍAS HABER SIDO


“Nunca es tarde para ser lo que deberías haber sido’
Georges Eliot


El "efecto Pigmalión” está comprobado científicamente: Las personas se comportan según las expectativas que tengamos sobre ellas. Inconscientemente nos miramos en la imagen que los demás tienen de nosotros. Tendemos a confirmar las expectativas depositadas por una persona o grupo.
Claro que estas expectativas pueden ser alentadoras, pero también destructivas.


Por tanto, este efecto puede ser positivo o negativo.

Consecuentemente nuestra respuesta a tales expectativas se encamina a la exaltación y autoconfianza o por el contrario al abandono o al fracaso.


Cuando se trata de una persona en la que tenemos depositada nuestra confianza, la que crea las expectativas, este efecto se ve fortalecido produciéndose ‘inexorablemente’.
En el ámbito social y cultural las personas o grupos de personas también tienen asignadas unas normas implícitas de comportamiento que se espera adopten sus miembros y que termina convirtiéndose inconscientemente, o no, en su modo de ser.  Y consecuentemente la actitud de los demás frente a nosotros también estará condicionada por lo que se sabe de ese grupo al que pertenece esa persona.


Por otro lado están las predicciones que una vez cumplidas son en sí mismas la causa de que se haga realidad, la fortuna o la fatalidad.
Reaccionamos en la manera en que percibimos determinadas situaciones y al significado que se les da a las mismas. Nuestro comportamiento está determinado por esa percepción, al margen del significado real que pueda tener. Nuestra conducta y sus consecuencias queda supeditada al significado que socialmente se le imprima por predicciones.


¿Debemos dejar etiquetarnos, adquirir un rol predeterminado por los demás?
¿Debemos actuar conforme a predicciones?


Mi respuesta, cada uno deberá dar la suya, es no nos dejemos llevar por las expectativas o percepciones ajenas, creemos las nuestras propias.

Ahora bien, analicemos: ¿Cuál es mi rol asignado? ¿Me interesa? Tal vez no tengamos que partir de cero, o tal vez si, a pesar de ello.
Mi propuesta es la innovación personal y en nuestros proyectos.

Todos, absolutamente todos tenemos capacidades creativas, que además podemos aprender a desarrollar.
Innovar, esta palabra que suena tan moderna, y que a todos nos gusta aplicar en nuestros proyectos pero que queda vacía, todos tenemos capacidad para innovar, que además podemos aprender a desarrollar.


Innovar es tan fácil o tan difícil como partir de una idea creativa materializable capaz de aportar valor.
Innovar es tan fácil o tan difícil como ver la oportunidad en las adversidades, en el fracaso, en el riesgo, las casualidades...


La innovación no solo es para nuestros proyectos o aventuras empresariales, la innovación es para empezar por uno mismo. No, por lo que se espera que seamos sino por lo que realmente queremos ser, con inquietud, con curiosidad, con pasión, con entusiasmo.
¿Cuándo fue la última vez que improvisamos ante una situación cambiante?


¿Cuándo fue la última vez que nos planteamos un cambio, simplemente para evolucionar?


¿Cuándo fue la última vez que analizamos nuestro entorno para provocar una innovación?


¿Estamos trabajando en nuestras capacidades para propiciar una nueva innovación?
¿Estamos mentalizados para la innovación?


¿Y sobre nuestros proyectos, están capacitados, coordinados para dar respuesta a la velocidad de cambio actual, de sentir de nuestros clientes o púbicos? 

¿Están nuestros proyectos concienciados para la transformación creativa permanente? 


No dejemos etiquetar ni predecir nuestra actuación ni la de nuestros proyectos.

Estamos sobradamente capacitados para crecer ilimitadamente.
¿O no? 





Cristina M. Ruiz Pérez
Consultora Creativa


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2 comentarios:

  1. Es algo que me cuestiono mucho especialmente en los últimos meses. Mi problema no es la falta de ideas o de proyectos innovadores si no la puesta en marcha, no sé cómo llevarlos a cavo. Sé que hay que insistir y buscar pero ¿por dónde comenzar? ¿Como no abatirse frente a las casi nulas opciones que nos da la sociedad?

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  2. Hola Marion ¡¡¡ Muchas gracias por tu comentario ¡¡¡ El punto de partida, como decía Buda es: "No hay camino sino caminante". Cuando nos enfrentamos a cualquier situación, en este caso la de poner en marcha nuestros proyectos, nos podemos enfrentar desde dos ópticas, bien desde la necesidad o bien desde la pasión. Cuando es la necesidad la que nos mueve, nos vamos bloqueamos antes preguntas y situaciones ¿Cómo no abatirse con las casi nulas opciones?, cuando n os enfrentamos desde la pasión, la mente alcanza tal apertura que nuestra creatividad fluye más allá de lo que pudieramos pensar, simpre podemos ser más creativos y más innovadores de lo que creemos, en cada momento, en cada situación, no hay límites.
    Hoy he colgado un artículo en el blog de ñaque que se titula Sociedad creativa, una visión inspiradora, échale un vistazo, seguro que te da una nueva perspectiva. Es apasionante el momento que vivimos y también lo es gente como tu y como yo también intento hacerlo, que se cuestiona constantemte. Somos caminantes. http://elblogdenaque.blogspot.com.es/2012/07/sociedad-creativa-una-vision-inspiradora.html

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